VOLVERÉIS: REÍR EN VEZ DE LLORAR

por Guillén Palacín

Fotograma: Volveréis (2024)

Ante una separación que podría generar un drama intenso, los personajes se vuelven víctimas de un buenrollismo optimista y de unas esperanzas liberadoras. La película da vueltas sobre la frase "pero estamos bien eh" mientras busca el lado bueno de las cosas aún en los momentos más difíciles.

Se sostiene sobre una pareja actoral maravillosa (Vito Sanz e Itsaso Arana), que demuestra una gran química y una naturalidad excelsa. Seguramente su colaboración en el guion los situé más cercanos a la historia. Todo el elenco está fabuloso, a destacar un Fernando Trueba con una gracia innata y un personaje culto y curioso.

Es un film cariñoso, bonito con una chispa que en ocasiones trata de ser demasiado trascendental. Sus rasgos meta fílmicos aportan una frescura que en ocasiones enrevesa demasiado la historia. La película sabe disfrutar de si misma aunque de vez en cuando se cree demasiado ingeniosa.

Tanto en sus conversaciones cultas y leídas como en su estructura frenética y original, recuerda a Woody Allen, aunque sin rozar las genialidades del cómico neoyorkino. La película realiza constantes referencias cinematográficas y literarias que nos sitúan en un Madrid bohemio lleno de inseguridades y calma.

Quizás el gran pecado del film es alargarse demasiado, incluso dentro de la película hay una cierta crítica a sí misma en este aspecto.

Volveréis es un retrato original de una pareja longeva, una entusiasta comedia optimista, un discurso sobre como casi siempre es mejor reír que llorar.